TEMPORALMENTE FUERA DE SERVICIO

Ha pasado una semana desde que todo cambió. Todavía me pregunto mil cosas y paso de la pena a la rabia, incapacitada aún para entender. Me volví a equivocar.

¿QUÉ MIERDAS TE PASÓ? ¿Valentía? ¿Miedo? ¿Un ataque de máxima honestidad? ¿Pura Cobardía? ¿Mediocridad de alma? ¿Desamor? ¿O todas las anteriores? La verdad es que ya no resiste más análisis. Simplemente lo he soltado porque debo asumir que no era. La mágia me la llevo conmigo a donde quiera que vaya, de eso no tengo dudas, aquí no sólo la que pierde algo soy yo.

Por ahora me dedicaré a sanar esta herida profunda y absurda. Lo que pudo ser es hoy un fantasma disfrazado de farsa, me hago cargo de lo que a mí me corresponde, me dejé llevar por la ilusión sin ver cómo era la realidad. Duele la música, duele recorrer las calles, despertar y acordarse, duele mi entrega. Pero duele cada día menos, eso me reconforta y alienta.

Me he quedado con las alas que me regaló, aunque ahora falten varias plumas luego del aterrizaje forzoso. Me saqué la mierda, las tenía desplegadas en un vuelo rasante, expandida y libre, choqué contra la roca del absurdo.

Como otras penas sé que esta también pasará, tengo claro lo racional (lo poco que tiene), lo otro, lo que me conecta con los sentimientos, con el amor incondicional y con todo lo que vivo como bandera de lucha.... eso no está nada claro, al contrario, está manoseado, turbio, humillado, disperso, confundido a cagarse, no se curará tan fácil, tardará un tiempo recuperar la confianza en la vida misma, pero como me dijo una amiga hoy "¿¡Qué le hace otra raya a la zebra!?".

Con el correr de las horas me he mantenido entera a pesar de lo triste, activándose más y más mi sanador interno, quien me susurra desde adentro que no insista en entender lo inentendible (en mi manera de vivir la vida). Me enfurece lo ciega que fuí, mas es esa misma furia la me está haciendo revivir, no precisamente fortalecida, pues he quedado en estado de coma. Pero al menos con la fuerza necesaria para sentir el palpitar de los días sin tanto miedo y hasta con ganas de volver a enamorarme cuando me haya sanado.

ES PARA MEJOR... aunque hoy me cueste muchísimo incluso escribirlo. Aunque aún lo extrañe tanto.

Sólo me queda agregar algo que cala profundo, sentir que los humanos somos una especie rara. Hay quienes callan de un grito al corazón para dejar hablar a lo superficial o van caminando por la vida en hipnósis colectiva e inconciente. Perdidos. Parece que piensan que la felicidad y todo lo que ello implica es gratis, se tiene por derecho propio, se paga con tarjeta de crédito o se les aparece a cada rato. La cobardía de alguien así me golpeó fuerte otra vez. Definitivamente somos pocos los que damos la lucha en la búsqueda de la plenitud ... aunque sea duro y nos signifique dejar pedazos de uno en el intento. Yo también me equivoco, pero al menos lo hago en entrega absoluta, en amor y lealtad, pero está claro que cometo errores, como tú....C.B.