La vida me da vueltas alrededor bailando un acorde triste y melancólico,
tristezas de un pasado que no regresa para ser mejorado, de un amor que no será, de un no merecerlo nunca, de sentir que no vale la pena intentarlo ya más.
Me ha servido un taza llena de razón sobre una mesa raída
a la luz de una sombra perenne, que nunca me abandonará
Y mientras espero que se enfríe el líquido pesado
pienso que nací como dos alas
que las alas no se llevan bien con la razón
que no quiero estar frente al tazón
y sin embargo la sombra me agobia
y me deja inmóvil ante la mesa maldita
el corazón apaga sus pasos ante la visión
Serán dos pasos, serán las noches heladas, serán solo los latidos de mi corazón,
será lo que tenga que ser
las alas seguirán ensombrecidas
esperando al frío líquido, espeso, cubrirlas y así ¿volar? en el recoveco en el que todos creen ser libres: la realidad.
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