FIN DE SEMANA LARGO. Lo miré sin mayor entusiasmo aproximarse, pensando en cuánto podría entrenar sin apuro y cuánto iba a aprovechar de dormir. Esas eran mis metas. Y por supuesto ELLAS, LAS NOSTALGIAS, esas que me vería obligada a aniquilar hora tras hora. Sin miedos comenzó entonces el largo fin de semana santa que tenía por delante, como siempre me ha gustado disfrutar de mi tiempo personal, eso era lo que haría. Es cierto que pude irme a la playa, al campo, de visita donde mis amigas que se latean de invitarme a sus casitas en el mar. Pero la comodidad de mi rutina, de mi metro cuadrado, mi casita amada COMO SIEMPRE PUDO MÁS, al fin y al cabo saber que podía ser ermitaña cuando me diera la gana era una posibilidad demasiado valiosa y tentadora. Tener mi comida, mis libros, mi música y por supuesto mi gimnasio a mano... bueno, es mi droga.
Y llegó el viernes en la mañana. Me levanté pensando en ir a correr y de pronto mi cama estaba invadida por tres de mis cachorros y mi hija adoptiva, mi querida Isidora. Así se nos fue la mañana, viendo una película sobre la violencia en las calles y guetos de los negros en L.A, haciendo cucharita todos hasta medio día. Luego el almuerzo, las risas, la complicidad y la alegría de estar así reunidos. Descubrir que el amor nos hace aceptarnos y contenernos en una red maravillosa. A las dos de la mañana me fui a dormir después de la última partida de naipes con una sensación maravillosa en el alma, pasé un día entero con mis hijos en la simpleza de la casa y nuestras rutinas, un día en el que todos fuimos felices. Eso no tiene precio.
El sábado fue para enmarcarlo. Al clan Di Pede (los apellidos de los padres a esta altura no corren), se sumaron mis viejas amadas y Camilo, el amor de Rocío, estrenando su presencia en la Cosa Nostra. Un almuerzo en que todo fluyo, desde las viejas historias hasta la aceptación total de lo que somos, con orgullo y contención. Cairo incluido en todo momento. Y en algún bizarro acontecer:¡¡Ballevona!! sentado junto a nosotros, vodka tónica en mano, comentarios varios saliendo de su boca nerviosa. No fue raro, fue MUUUY RAROOO. Pero nos quedamos, cuando se fue, con la sensación de haber hecho una buena obra. Como da vueltas la vida, tantas que una vez más me marea.
¡¡¡¡QUÉ BUEN FIN DE SEMANA LARGO ME REGALARON MIS HIJOS Y YO LES DÍ A ELLOS. COMO EL MEJOR DE LOS HUEVITOS DE CHOCOLATE QUE LES ESCONDIA CUANDO NIÑOS, EL AMOR FUE APARECIENDO EN ABALANCHAS ESTOS DIAS Y LO MEJOR DE TODO ES QUE SIEMPRE HA ESTADO Y SIEMPRE ESTARÁ AQUÍ!!!!
Por otro lado, SI tuve kilos de saudades por este hombre que deambula en mis días sin tener nombre, ni rol. Mi amado amigo, mi cómplice del hoy y quizás del futuro, lo amaré siempre, pase lo que pase. He decidido darle un respiro a todo lo "nuestro" y simplemente ESTAR. Y cuando digo estar es sin expectativas, darle lo mejor de mí porque a mí también eso me hace feliz, tanto que a ratos no me la puedo creer. Y lo asumo como mi sentir, así fue que rechacé un cita por no querer tener la piel de otro cerca cuando estaría pensando en la suya y eso, me lo banco.....solita.
Gracias por esto que viví este finde. Gracias por la presencia sanadora de mi familia, de mis hijos, de mi madre y gracias a mí por ser el pilar que permite que todo esto suceda.
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