
Verano del 94, vacaciones con mi comadre Montserrat y toda la pandilla de hijos en Rapel. Hermosos recuerdos de un tiempo pasado, cuando tenia otra vida. Hoy son muchas las cosas que han cambiado.... qué bueno sentir en lo más profundo que sin lugar a dudas estoy mejor, mejor que antes, mejor sin ti...como dice una canción inspiradora. Y esas dos minúsculas criaturas son ahora un par de bellas adolescentes, divertidas igual que en la foto. Mi sonrisa no se la ha llevado el tiempo, ha permanecido intacta entre las huellas de lo recorrido, como así también la amistad entre mi amiga y yo se ha fortalecido. Gracias Florencia por mandarle a tu madrina este hermoso regalo, en un día cualquiera que gracias a esta foto terminó siendo un día especial.
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